Pachuca, Hgo.- Una adicción se genera cuando no se lleva una vida normal. Cada vez es más común que las y los adolescentes pasen horas manipulando videojuegos, informó la psicóloga y supervisora de asistentes médicos del IMSS, Delegación Hidalgo, Erika Susana Suarez Islas.
El uso reiterado de los juegos basados en Internet o videojuegos llega a provocar problemas significativos en el comportamiento del joven, y debido a ello el manual del diagnóstico mental empleado por psicólogos y psiquiatras decidió catalogarlo en el 2013 como “trastorno por adicción a Internet o a los videojuegos”.
“El perfil que sufren este trastorno es más común entre los adolescentes varones de 12 a 20 años de edad, quienes llegan a mostrar preocupación inusual con el juego o la computadora cuando está lejos. Muestra cambios de humor, desgano por hacer otras cosas e incluso agresividad o tristeza,” señaló la especialista.
Las consecuencias a esa adicción provocan interferencia con otras actividades, reducción de las relaciones interpersonales, problemas y discusiones familiares o de pareja, disminución en el rendimiento académico o personal y aislamiento social.
También se ha asociado a otros padecimientos físicos o trastornos psicológicos como depresión, ansiedad, cambios de humor, irritabilidad, trastornos del sueño y alimenticios, dolor de cabeza, deshidratación y Síndrome del Túnel Carpiano (dolor y otros síntomas en la mano debido a la irritación de un nervio en la base de la muñeca).
Si no se controla el tiempo para el videojuego, dijo, podría generar conductas dependientes y adictivas, reiteró la especialista. Además de aumentar progresivamente conductas impulsivas, consumiendo energía y recursos materiales que llegan a tener.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que la adicción a los videojuegos es un desorden de salud mental.
Ante ello, se invita a la población si se detecta esta adicción en uno o varios de sus familiares acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) más cercana, ya que como cualquier trastorno necesita de un tratamiento especial y apoyo tanto de los familiares como de un especialista.