Pachuca, Hgo.- Para enfrentar problemas de adicciones la Secretaría de Salud, desde hace dos años, puso a disposición de los hidalguenses el Centro Estatal de Atención Contra las Adicciones (CEAIA), en el que se han atendido más de mil 174 personas con problemas de este tipo.
A partir de su apertura, el centro brinda atención los 365 días, las 24 horas, a mujeres y hombres de 15 a 25 años de edad que tengan algún problema con sustancias que dañan a salud, de las personas que ha acudido, 429 se internaron durante tres meses y 745 personas recibieron consultas programadas.
En esta unidad se les otorga tratamiento especializado desde un enfoque integral y multidisciplinario con el objetivo de lograr mantener la abstinencia del uso, abuso y dependencia de sustancias psicoactivas, además la prevención de recaídas, proporcionándoles elementos para el manejo de sus emociones dentro de un entorno que fomente estilos de vida saludable.
Tal es el caso de Enrique, una persona de 30 años, quien reconoció que en dicho centro ha recibido atención con la que ha llevado un proceso de recuperación integral.
“En este centro me siento bien me están enseñando a controlar mis emociones, disfrutar de las cosas y recuperar mis proyectos de vida” relató este usuario del Centro Estatal de Atención Contra las Adicciones (CEAIA).
Recordó que fue a los 14 años cuando probó por primera vez alcohol, lo hizo por curiosidad, y por la necesidad de aceptación a un grupo de compañeros.
En un inicio solo consumía en fiestas o reuniones y después lo hacía de manera frecuente sin imaginar que esa sería la puerta de entrada a las adicciones como mariguana y la combinación de ambas.
Los problemas en su casa por sus adicciones fueron frecuentes pero a él no le importaba nada, todo se le hacía fácil y no sabía distinguir, un día abandono la escuela y después su hogar, convirtiéndose en un joven de la calle que tenía que robar para satisfacer su vicio.
Enrique comenta que las adicciones lo alejaron de su familia, del amor y de su país, pues emigró a Estado Unidos, donde se volvió más aguda su adicción, en ese lugar, se involucró con diferentes pandillas juveniles delictivas.
Actualmente, él con 30 años, lleva tres meses de residente en el CEAIA, pese a las malas experiencias que tuvo, tiene muchas ganas de vivir, quiere ser alguien en la vida, estudiar y ayudar a jóvenes para que no cometan los mismos errores.
Los daños que le causaron sus adicciones fueron físicos, psicológicos, familiar y social.
“Ya no me dejo llevar por mis instintos, ahora vivo porque tengo un sentido de vida, tengo un proyecto de vida, ya no vivo como animal, vivo como persona que soy y ahora ya me aprendí a querer, no quiero destruir mi vida con drogas, alcoholismo, malas maneras de vivir, no quiero seguir destruyendo la vida de mi familia, amigos y sociedad”. Finalizó Enrique.
Sin lugar a dudas las adicciones destruyen los sueños y proyectos de vida las personas, es por ello que padres de familia deben de estar atentos e informados y saber que hay instituciones donde les pueden dar asesoría especializada en el tema.
