Pachuca.- Lisset Marcelino Tovar, diputada local de Morena, presentó una iniciativa que reforma la fracción XI Ter del artículo 5 de la Ley de Acceso a una vida Libre de Violencia para el Estado de Hidalgo, cuyo propósito es ampliar el concepto de violencia vicaria para garantizar así una protección más amplia a los derechos humanos para las mujeres hidalguenses.
Explicó, en la exposición de motivos de la propuesta de modificación, que las múltiples violencias que se ejercen contra las mujeres son visibles, pero la tolerancia social impide poner freno a la prostitución, trata, acoso sexual, y por razón de género, maternidad subrogada, brecha salarial, agresión sexual fuera y dentro de las relaciones de pareja, golpes, destrucción moral, humillaciones, tortura, todo en un marco de violencia simbólica que permite su legitimación.
Es por eso, dijo, que la sociedad debe tomar conciencia de la realidad de violencia de género, pues necesita la implicación responsable de todos los poderes públicos, que no deben admitir la negociación de la violencia en contra de las mujeres, una violencia que cuestiona los valores democráticos y tiene efectos devastadores sobre la convivencia social.
Añadió que es importante entender que la violencia vicaria es una violencia machista que se ejerce en contra de las mujeres, generalmente por el hombre, por familiares de este o por una nueva pareja sentimental, en una relación de poder que se sustenta en la desigualdad, así como en la manipulación que realizan en las niñas, niños y adolescentes, para hacerles creer que la madre es malvada, que los abandonó, que nos los quieren.
Destacó que la violencia vicaria genera daño directo porque se oculta a hijas e hijos, se asesina o manipula a éstas y éstos para que rechacen regresar con la madre, pues el daño que el agresor persigue no es contra las hijas e hijos, sino en contra de la mujer y se busca que quien sufra sea la madre.
También señaló otra forma de violencia contra las mujeres, la violencia institucional que se traduce en impunidad, que es resultado del no reconocimiento de la violencia vicaria, de sus causas y efectos, del no colocar en el centro de atención a las mujeres víctimas de esta violencia, debido a la nula empatía hacía las madres por parte de los servidores públicos encargados de brindar y garantizar el pleno derecho de las mujeres y la niñez al bienestar familiar y a una vida libre de violencia.
