Pachuca.- A partir de 2007, la producción mundial de alimentos registró cambios estructurales vinculados al crecimiento sostenido de la población y al surgimiento de una robusta clase media en países como China, India, Brasil, entre otros, lo que aumentó la demanda de cárnicos, lácteos, cereales, oleaginosas y azúcar.
Por otro lado, también la búsqueda de recursos energéticos sostenibles generó una nueva demanda de productos destinados a la producción de biogenéticos rivalizando con la demanda para el consumo humano. México no ha sido ajeno a esta tendencia de los incrementos de los precios alimentos y aunque afortunadamente esto no ha derivado en violencia social sí ha vulnerado la economía de las familias, sobre todo las de menor ingreso y ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad y abandono que existe en el campo mexicano.
Mencionó lo anterior el diputado local Héctor Pedraza Olguín, presidente de la Comisión de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos, en una intensa agenda de trabajo en la ciudad de México, donde acudió a la 36ª Conferencia Norteamericana-Unión Europea sobre Agricultura.
Este fin de semana, el representante del distrito XVI con cabecera en Ixmiquilpan, también tuvo participación en la Expo Olivo 2013 que se realizó en este municipio, cuyo objetivo es fortalecer la cadena productiva del olivar en el Valle del Mezquital.
El diputado de origen hñahñu, celebró que en esta región se practique la reconversión productiva a partir del sistema producto del olivo, una planta generosa que sirve para reforestar el Valle del Mezquital, además es una planta que crece en la adversidad climática y edáfica, y aun así es una planta “milagrosa”, lo anterior a que da sustento a las familias que la cultivan.
“Qué bueno que esta región se adelante a los escenarios críticos, cuando todo mundo parece ocupado en buscar una salida a la crisis económica o a los embates del cambio climático, en esta región se trabaja desde hace 10 años en el cultivo del olivo”, dijo.
Reconoció que hay una crisis alimentaria pues el cambio climático ha afectado la producción de alimentos; una cuarta parte de los mexicanos enfrenta deficiencias alimentarias, catorce de cada cien menores prescolares tiene baja talla, indicador de desnutrición, y paradójicamente, un alto porcentaje de la población presenta obesidad y sobrepeso.
De igual manera, la crisis alimentaria se ha manifestado en los últimos años en el incremento nunca antes visto en los precios de los granos, la leche y diversos alimentos, lo cual vulnera principalmente a la población más pobre a nivel mundial.
Los tiempos de la comida barata parecen haber terminado; ya hay impactos negativos en diversas economías por el desabasto de los productos alimenticios. Por otro lado, de no atenderse oportunamente, seguiremos en ese tobogán de las complejidades económicas como es del conocimiento de todos, el cambio climático produce temperaturas con exceso de lluvias, heladas o severas sequías, golpeando directamente a la agricultura, sobre todo en los pequeños productores.
Por ello, subrayó el oriundo de Orizabita, es necesario realizar un adecuado programa de prevención de desastres como el seguro agrícola y la agricultura protegida. De igual manera hay que pedir a la sociedad evitar la quema de bosques, la deforestación o el uso excesivo del agua, situaciones que alteran las condiciones climáticas.
Finalmente reiteró la urgencia de replantear la política agropecuaria del país, porque a pesar de los esfuerzos realizados, no se han podido resolver los problemas estructurales que agobian desde hace mucho tiempo al campo mexicano donde se ha invertido mucho dinero pero con pobres resultados.
Esta política ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad y el abandono que existe en el sector rular. Cambio climático y crisis económica son el caldo de cultivo que pueden generar una crisis alimentaria de no atenderse a tiempo y las importaciones que haga nuestro país, de granos y oleaginosas, puede poner en riesgo la soberanía alimentaria.
