VIENTOS DE HIDALGO
Por José Antonio Naciff Roldán
Cuando veas las barbas de tú vecino
cortar; pon las tuyas a remojar…
refrán popular.
Transcurrían los meses de mayo y junio cuando en el estado de Hidalgo volvió a aparecer un brote de cólera… Esa enfermedad que se asocia a la pobreza extrema… Por ello en la Secretaría de Salud del gobierno estatal se convocaba semana a semana a una rueda de prensa para dar a saber cómo iba el avance del mal… Afortunadamente el vibrión se controlaba… Pero entre informadores no cesaba la duda de una nueva e incontrolable amenaza mundial… En una de esas últimas reuniones con la Sub Secretaria de Salud Pública –María Dolores Osorio Piña- la inquietud brotó natural y a manera de pregunta… ¿Cómo se ha preparado el País ante la posible detección de un caso de ébola? Se le cuestionó a la funcionaria… Si no mal recordamos su respuesta fue que funcionarios de alto nivel en el sector desestimaban tal posibilidad… Y prometió (como lo hacen muchos políticos) enviar una respuesta formal de los argumentos “científicos” que podrían impedir el arribo de esta enfermedad a territorio nacional mexicano… Déjeme decirle a Usted uno de mis más de dos millones de estimados lectores que hasta el momento y después de varios meses la mujer que se comprometió a investigar, ni ha enviado, escrito o aclarado porque la afirmación de sus palabras que descartaron –así de facto- el posible arribo de ébola a la República Mexicana… Tras esa reunión hubo informadores que afirmaron que este mal no podía llegar porque así lo afirmaba tal funcionaria… Otros fueron más allá y en un juego de palabras aseguraron que al igual que el cólera, el ébola es una enfermedad que se ha declarado en países subdesarrollados y como México es economía emergente (lo que casi lo pone a la par de países industrializados) el virus nos iba a respetar… Hoy a la distancia de los días el caso confirmado en el estado norteamericano de Texas, hace levantar la guardia de las autoridades sanitarias mexicanas que no aciertan a saber cómo responderían ante una contingencia de tal alcance pues por lo que se nos dice, aún no encuentran cura alguna… Así la versión de María Dolores Osorio Piña quedó opacada con una apabullante realidad que ha enseñado que tanto para las aves, insectos, virus o enfermedades no existen territorios vedados, estratos sociales o fronteras… La verdad nos la están mostrando nuestros vecinos guatemaltecos quienes tras recibir a viajeros provenientes del Continente Africano y enfermos o no, obligadamente los aíslan por 21 días y así descartan que en su territorio se pudieran registrar casos de ébola… El hermetismo que en torno a estos casos guardan autoridades generalmente se les revira y al final único que provocan, es que se vea su debilidad… Por lo demás como hidalguenses y mexicanos creo que a nadie nos gustaría ser víctimas de hemorragias que a la postre provocan asfixia y muerte, motivadas por la presencia del virus en el torrente sanguíneo pues se sabe que el virus actúa a nivel del sistema nervioso central…
