Por José Antonio Naciff Roldán
Pachuca, Hgo., Julio 15.-Con serias heridas en sus pies y pernas resultó una menor de edad al lanzarse de un taxi en marcha, luego de que el conductor amenazara con violarla en el trayecto de un servicio público entre los municipios de Pachuca y Mineral de la Reforma, al oriente de la capital del estado de Hidalgo.
Sangrando y entre sollozos la afectada lamentó haber concluido su período vacacional antes de iniciarlo, al terminar en instalaciones del Hospital General de Pachuca, donde por fortuna se descartó que resultaran huesos fracturados.
Por su precario estado la jovencita despertó ira e indignación de pacientes, sus familiares y otros enfermos, contra el presunto operador del servicio público, que –según versión de la agredida- todavía descendió del vehículo para tratar de alcanzarla mientras la amenazaba llenándola de injurias.
De las rodillas para abajo y todo desgarrado su pantalón de mezclilla dejaba ver carne viva cortada en tajos. Semidesnudos porque calzaba sandalias, sus pies lucían entre rojos de sangre y morados.
“Me quería violar” –afirmó- refugiándose entre estremecedores sollozos.
Cuando se le pregunta si recordaría el rostro de su presunto agresor, responde que tal vez que sí y que es un hombre maduro y moreno, porque el desagradable incidente se registró a plena luz del sol.
Cerca de las tres de la tarde abordó el taxi –“uno de los verdes”, dijo- en calles del centro del municipio de Mineral de la Reforma para ir al centro de Pachuca, pero a medio trayecto el conductor cambió de tono de voz… y de rumbo.
“Me amenazó. Me insultó” recordaba con el miedo de una mala experiencia reflejada en los ojos.
Con una prima que es casi la misma edad y que empuja una silla de ruedas, en sus lamentos escucha que para recibir atención médica antes tendrá que pagar por las “placas” radiográficas que le certifiquen que su valiente acción la libró de lo que le pudo ser como una historia de terror.
Varias horas después el personal médico de la Secretaría de Salud confirma que no es fractura de fémur y solo son golpes muy fuertes y contusos. Sin embargo aún más fuertes que un moretón.
Menos mal y en lo físico está bien–respiran sus familiares ya presentes-quienes sin embargo deberán confrontar el daño psicológico y a su nueva condición relacionada al miedo y a la inseguridad, mientras pacientemente esperan a la justicia y su acción…
