Ixmiquilpan, Hgo.- Con la aportación de organizaciones del campo, como la Confederación Nacional Campesina (CNC), y las experiencias personales, el agro mexicano tendrá que volver, gradualmente, a ser fuente de riqueza para sus habitantes y de producción para el sustento de los millones de mexicanos, aseguró el presidente de la Comisión de Desarrollo Agropecuario en la LXII Legislatura del Congreso del estado, Héctor Pedraza Olguín.
El diputado de origen hñahñu, con amplia experiencia en el ámbito legislativo local y federal, cuestionado sobre la situación que priva actualmente en el campo, mencionó que es necesaria una nueva perspectiva social, para atender a esa población donde sobreviven más de 27 millones de mexicanos.
“No es la panacea, por supuesto, pero es un gran inicio. Es una nueva manera de ver a quienes, durante décadas, le dieron de comer a sus connacionales, cuando tuvieron las herramientas y las condiciones para hacerlo”, enfatizó.
Recordó que cuando la globalización hizo su entrada triunfal, con el libre mercado en su expresión radical, casi todo mundo se fue al encuentro de esa nueva forma de ver la economía multifacética, creyendo que sería la forma de resolver todos y cada uno de los problemas de la humanidad. “Adam Smith podría reposar tranquilo en su tumba. Muchos de aquellos nuevos funcionarios, hueros de experiencia y de cultura agropecuaria, pensaron que se había inventado, por fin, la razón de su hacer político y social”.
Lamentablemente, continuó el legislador por el distrito XVI, el país empezó a sufrir, por múltiples plagas, dada su falta de conocimientos elementales en ese rubro. Por esta razón, no faltaron voces que, erróneamente, echaban la culpa a las áreas rurales pobres, de ser las vetas de donde se nutrían los delincuentes que masivamente aparecieron en la década pasada, cuando no se puede estigmatizar a alguien por su origen.
Reprobó que las autoridades hacendarias del foxismo, aseveraran que Banrural, entonces proveedor de productos financieros a las zonas agrícolas, tendría que morir por inanición; bajo el argumento de que, de 100 pesos destinados a la institución, 60 se iban a pensiones y sólo 40 al fin para el que se había creado ese banco, lo convirtieron en un organismo que se dedicó a servir a sólo una élite, sin posibilidades de acceso al financiamiento para los campesinos y pequeños agricultores.
“Así, la burocracia agropecuaria se dedicó a mirar la globalización y a importar los alimentos, en vez de crear las condiciones para producirlos, a pesar de las voces de alerta de la FAO, entre otros organismos, que advertían que la producción de alimentos era un asunto de seguridad nacional. Aun así los oídos oficiales permanecieron cerrados”.
Por ello, reiteró Pedraza Olguín, la esperanza es ver y atender el campo mexicano y por ende al hidalguense, desde una nueva perspectiva social.