*El jurista recibió de manos del rector universitario el reconocimiento y la garza de plata por sus 40 años de trayectoria como abogado.
*La autonomía de la UAEH le ha permitido administrar bien su patrimonio, y se refleja en la calidad de sus maestros, que producen profesionales de excelencia. J.V.
*“Me siento muy honrado de estar en esta universidad de excelencia, orgullo de nuestro país, y de la que todos los estudiantes deben de sentirse muy satisfechos”: J.V.
Pachuca de Soto, Hgo.- La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), a través del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu), rindió merecido homenaje al distinguido abogado penalista Juan Velasquez por sus 40 años en el ejercicio libre de la Abogacía.
El jurista recibió de manos del rector Humberto Veras Godoy el reconocimiento y la garza de plata, máximo símbolo universitario, por la excelencia en el ejercicio de su profesión y su trayectoria en el ámbito jurídico.
Juan Velasquez agradeció el reconocimiento que la UAEH le brindó y se expresó así: “Un sentimiento muy profundo, estoy conmovido y nunca se me va a olvidar, es un reconocimiento muy inmerecido pero al final de cuentas tampoco lo voy a desaprovechar”, asimismo se manifestó contento por estar en la máxima casa de estudios: “me siento muy honrado de estar en esta universidad de excelencia, orgullo de nuestro país y de la que todos los estudiantes deben de sentirse muy satisfechos”.
Ante los jóvenes universitarios se refirió a los 40 años de trayectoria que le han permitido defender a las personas privadas de su libertad y exhortó a los jóvenes universitarios a aprovechar la oportunidad de ser jóvenes y estudiantes: “Como abogados defiendan a esas personas privadas de su libertad, teniendo confianza ciega en los tribunales que tienen la mayor competencia y honorabilidad, siéntanse orgullosos de ser abogados y de ejercer en los poderes judiciales que tenemos en nuestro país”.
Durante su estancia refirió que la autonomía de la UAEH ha sido bien aprovechada, tras reconocer que es una de las primeras universidades en la historia de México. “La autonomía les ha servido para saberse administrar sin injerencias de las autoridades gubernamentales, la han sabido usar para administrar bien su patrimonio, pero, sobre todo, se refleja en la calidad de los maestros, que producen profesionales de excelencia”, indicó.
Habló también sobre la importancia de que los gobiernos brinden el apoyo y el impulso que se requiere en materia de educación, señalando: “que cosa más importante, darle educación a los jóvenes que el día de mañana continuarán haciendo este país e impidiendo que en una de ésas se deshaga”.
“Todo depende de la educación que se tenga para lograr un país cada vez más competitivo”, insistió tras mencionar que la educación pública no se rezague y no sea del aprovechamiento exclusivo de una minoría.
Al manifestar su opinión sobre cómo se encuentra el país actualmente, indicó: “desafortunadamente en muchas partes de la República Mexicana tenemos una impunidad del 98 por ciento de los delitos que se cometen, sólo el dos por ciento se castiga, primero porque el 75 por ciento de las víctimas optan por no denunciar; luego porque de los pocos que denuncian, los agentes del Ministerio consignan los asuntos a los jueces para que éstos liberen ordenes de aprehensión en contra de los responsables de los delitos, pero los jueces rechazan liberar el 50 por ciento de las órdenes de aprehensión que se les piden, porque esas averiguaciones practicadas por el Ministerio están mal averiguadas. El problema de impunidad no es entonces de leyes, sino de que en el 98 por ciento de los casos las leyes no se aplican”.
Al dirigir unas palabras al destacado abogado penalista, el director del ICSHU, Adolfo Pontigo Loyola, describió la figura de Juan Velasquez, a quien definió como un hombre de acción y reflexión que impresiona siempre por la firmeza de sus convicciones: “Un hombre con un sentido sereno de la libertad por la forma en que concibe y practica la abogacía en búsqueda de la verdad”.
El distinguido abogado, con grado de doctor, es conferencista del Colegio de Defensa Nacional, del Centro de Estudios Superiores Navales, de la Dirección General de Justicia Militar, de la Escuela Médico Militar, de la Escuela Militar de Graduados de Sanidad y de la Sociedad de Cadetes del Heroico Colegio Militar.
Entre sus actividades académicas, desde 1970 imparte la materia de Derecho Procesal Penal en licenciaturas y posgrados; es profesor honorario y distinguido del Instituto Tecnológico Autónomo de México y profesor adscrito de la Universidad de las Américas. Fue nombrado Maestro ad vitam de la Universidad Autónoma de Coahuila. Es miembro fundador de la cátedra de Derecho Procesal de la Universidad Tecnológica de México y miembro del Consejo Corporativo de la Maestría de Derecho de la Universidad Panamericana.
Ha recibido los nombramientos de: asesor jurídico y asociado honorario de la Universidad Pontificia de México; consejero de la Universidad Nacional Autónoma de México; consejero y asesor jurídico nacional de la Cruz Roja Mexicana, socio honorario del Pentatlón Militarizado Universitario, A.C.; y miembro del Consejo Consultivo de la Barra Nacional de Abogados, A.C.
Recibió del presidente de la República la Presea al Mérito Jurídico a la Excelencia en el Ejercicio Profesional. La Escuela de Derecho, el Consejo de Decanos y la Barra de Abogados de Atlacomulco le otorgaron la Venera Abogado Isidro Fabela Alfaro; y la Academia Mexicana de Derecho Internacional lo nombró “Académico de Número” y lo condecoró con la “Orden Mexicana del Derecho, la Cultura y la Paz”. El pleno del Consejo de la Judicatura Federal lo designó integrante de la Junta Directiva del Instituto Federal de Defensoría Pública, por ser el “Arquetipo de Defensor”.